• El documento publicado por el INE recoge las principales variaciones medioambientales en el país hasta 2021.
Durante la temporada 2021/2022, que abarca desde el 1 de julio del año 2021 hasta el 30 de junio del año 2022, la superficie dañada por incendios forestales aumentó, alcanzando 125.339,04 hectáreas, de las cuales 86.910,20 hectáreas corresponden a incendios intencionales, de acuerdo con el Informe Anual de Medioambiente, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE)
La publicación, que se realiza desde 1986, se construye actualmente desde el Sistema de Estadísticas Básicas Ambientales (SEBA), un sistema jerarquizado de producción de datos medioambientales que permite clasificar y ordenar la información estadística en forma de Variables Básicas Ambientales (VBA). Esta producción considera dos contextos: por una parte, el carácter multifactorial de los temas ambientales; y por otra, aquel que corresponde a las relaciones entre las variables básicas ambientales y los indicadores ambientales, que, a pesar de ser unidades metodológicas distintas, establecen vínculos necesarios de precisar para elaborar una propuesta de ordenamiento que oriente la producción de estadísticas ambientales. Es decir, los indicadores incluyen en su modelo la producción de estadísticas básicas, ya que corresponden a la base para el cálculo de estos.
En un país que enfrenta una crisis hídrica sostenida, los datos que entrega el anuario en esta materia constituyen insumos fundamentales para la elaboración de políticas públicas al respecto. Las últimas proyecciones de la disponibilidad de agua en Chile (2030-2060), estiman una disminución del caudal medio anual para todas las cuencas analizadas, con una disminución promedio del 25% en los casos más desfavorables y una disminución del 10% en los más favorables. Las zonas sur y austral son las que menor déficit proyectan, sin embargo, ya se han identificado cambios climatológicos, como la disminución en las medias de precipitación en torno a 1.000 mm/año, además de temperaturas más cálidas. Las zonas norte y centro son las más afectadas, con proyecciones de disminución en la disponibilidad del agua de más del 50%. Cuencas como Maipo, Aconcagua, Rapel, Mataquito y Maule ya han tenido una reducción entre el 13% al 37% en los últimos 30 años.
Respecto a la pesca, el desembarque artesanal nacional alcanzó un total de 1.574.612 toneladas en 2021, mientras la pesca industrial mostró un total de 786.023 toneladas en el mismo año. Con respecto a la acuicultura a nivel nacional, desde 2017 a 2020, se experimentó un aumento en la cosecha que fue desde las 1.219.739 toneladas hasta las 1.505.486 respectivamente, mientras durante 2021 se presentó una baja en la producción, alcanzando un total de 1.443.516.
Según registros proporcionados por la Corporación Nacional Forestal, el 17,4% de los bosques corresponden a plantaciones, concentrando el 91,8% de estas superficies entre las regiones de O’Higgins y Los Ríos, destacando entre ellas la región del Biobío, con la mayor superficie de plantaciones (28% del total nacional). El 60,5% de las plantaciones corresponden a monocultivos de Pinus radiata, siguiendo los monocultivos de Eucalyptus con un 33,3%. Ambas especies son introducidas, y su extracción constituye la mayoría de los productos forestales exportados. A excepción de la exportación de madera en rollo industrial, otros productos, como la madera aserrada, pulpa de madera y papel y cartón evidenciaron una baja en sus cifras.
Respecto a las Áreas Silvestres Protegidas, el 81,92% de la superficie protegida en Chile se concentra en las regiones de Aysén y Magallanes, incluyendo los campos de hielo sur, diversos humedales y extensos bosques siempreverde y caducifolios de difícil acceso. Además, los últimos 5 años, la mayor cantidad de visitas se concentraron en las regiones de Los Lagos, Antofagasta, La Araucanía y Magallanes.
El Informe Anual 2022 de Medio Ambiente reúne las cifras más relevantes respecto a la situación medioambiental del país, a través de estadísticas relacionadas con el aire, agua, tierras y suelos, biodiversidad y fuerzas motrices, con el objetivo de constituir un documento de referencia para el uso de instituciones públicas y privadas, y orientar del mejor modo la elaboración de políticas públicas.