Carlos Garrido Posso (colombiano, 27 años, ingeniero agroindustrial) llegó a Chile en octubre de 2019 para estudiar un postgrado en la Universidad Católica, pero el programa se postergó primero por el estallido social y después por la pandemia. En espera de que en cualquier momento se reanudara el programa se fue a vivir a La Serena, donde hace 16 años está radicado su padre que es odontólogo. En 2020 postuló al cargo de recolector del Censo Agropecuario y Forestal. Uno de los requisitos era tener movilización propia, por lo cual su padre le puso a disposición un vehículo. Pero por la pandemia no pudo sacar a tiempo su licencia de conducir, y como no quiso fallar en el compromiso adquirido al ser contratado en el equipo de recolectores del Censo Agropecuario, y tampoco conducir sin su documentación al día, optó por hacer su levantamiento censal en buses y caminando. Según sus jefes, eso no le impidió hacer un buen trabajo.
Fue asignado a la recolección censal en la comuna de Paihuano en el fondo del Valle del Elqui, cubriendo las localidades de Tres Cruces, Quebrada de Pinto, Quebrada de Cochiguaz, Cochiguaz, y Monte Grande. Entre otras recorrió también la Quebrada de Paihuano, con sus 11 kilómetros de subida.
La comuna de Paihuano tiene 1.494 Km2 y una población de 4.497 habitantes, con una densidad de un poco más de tres habitantes por kilómetro cuadrado. La principal actividad agropecuaria en la comuna es el cultivo de uva pisquera y uva de mesa.
Carlos participó en marzo de las capacitaciones, donde los capacitadores del INE le entregaron los conocimientos necesarios para aplicar la encuesta censal, utilizar la tablet para la captura de datos, así como las herramientas geoestadísticas y de localización de las Unidades Productivas Agropecuarias (UPA) contenidas en el dispositivo. El programa de capacitación le pareció muy bueno y orientado al desempeño del rol de recolector en terreno. Incluyó también un módulo sobre cómo resguardar la seguridad sanitaria personal, así como la de los productores, y la correcta utilización de los elementos de protección personal.
Durante los tres meses de levantamiento Carlos se levantaba diariamente a las 5:30 horas para tomar el primer bus que salía de La Serena a Paihuano a las 6:55 horas, y así ya podía estar censando a las 8:15 u 8:30 horas. Se planificaba primero para ir cubriendo áreas. Y dentro de ésta partía por un sector censando todas las UPA. Suspendía a más tardar a las 17:00 horas, para alcanzar a llegar por donde pasa el bus, ya que el último bajaba alrededor de las 18:00 horas. Abarcar la totalidad de las Unidades Productivas Agrícolas UPA de un sector como Tres Cruces, le tomó una semana caminando. Se bajaba en un punto del sector y de ahí recorría predio por predio, censando hasta abarcarlo todo. Pasando después al siguiente.
En general, pese a su acento colombiano fue siempre bien recibido por los productores y productoras, sobre todo cuando se daban cuenta que llegaba hasta ellos caminando. “Muchos se sorprendían de verme llegar a pie. Un señor estadounidense que vive arriba en el Valle de Elqui y se dedica a la meditación, me ayudó a encontrar a algunos productores. Otras personas me acercaron con sus vehículos a algunas de las comunidades agrícolas más alejadas y de difícil acceso”, relata.
Semanalmente se reunía con su supervisor para revisar el avance de la recolección, y cada quince días tenían todos los recolectores y supervisores reuniones de trabajo con la Coordinadora de Área Censal para planificar el trabajo y resolver los problemas que surgían durante el levantamiento. “Me tocó trabajar junto a un muy buen equipo de recolectores y supervisores, lo que agradezco, ya que esta fue mi primera experiencia laboral formal en Chile, oportunidad que valoro mucho.” Una vez finalizado su sector se sumó a otro recolector con menos experiencia para censar en equipo otro sector del Valle de Elqui, en localidades tales como Alcohuaz, Horcón, Pisco Elqui, Monte Grande y también en Peralillo, cerca de Vicuña.
Al momento de esta entrevista sólo le faltaban unos pocos productores ausentes. Ya los había visitado tres veces sin encontrarlos, pero siguió insistiendo hasta que logró completar esos cuestionarios.
Lo que más destacó de la experiencia como recolector del VIII Censo Nacional Agropecuario y Forestal, fue la posibilidad de haber conocido a los productores, el agro del sector y su realidad, la cercanía con la gente, “que en este sector es muy amable”. “Y tengo el orgullo de haber podido cumplir con un trabajo bien hecho y poder aportar a que el país cuente con estadísticas de calidad”, agregó Carlos.